miércoles, marzo 17, 2010

La apología de la violencia en la II República: «El decálogo del Joven Socialista».



Suele ser habitual acusar a las derechas de promover la violencia en la II República (porque una pequeña parte sí la practicaba). Sin embargo, la violencia era apelada y ejercida en buena parte por la izquierda. Ocurrió, por ejemplo, al comienzo de la República, el mismo día de su proclamación, con la destrucción de monumentos monárquicos en Madrid, la quema de conventos en mayo de 1931, la agresión y asesinatos de fuerzas del orden público (uno de los casos más paradigmáticos fue el de Castilblanco). Y la cumbre de la violencia patrocinada por la izquierda se desplegó durante la Revolución de octubre de 1934, donde hubo cerca de dos mil muertos (frente a los poquísimos habidos durante la Sanjurjada de 1932). También existió una violencia institucional contra la libertad de expresión, ya que el Gobierno de Azaña prohibió la publicación de más de cien periódicos. Pero igualmente se ha constatado como desde algunos de los medios de comunicación de la izquierda se hacía una explícita apología de la violencia, violencia revolucionaria. Es por ejemplo la violencia que se promocionaba por el diario dirigido Santiago Carrillo Solares titulado Renovación. Éste era el órgano de la Federación de Juventudes Socialistas de España. En la edición del 17 de febrero de 1934, y debajo de la cabecera se publicó el «Decálogo del joven socialista». Sin duda alguna es un documento clave para entender cual era la función del «joven socialista» ante el momento político, es decir, ante el devenir de la República. Se aconsejaba formar pelotones, manifestarse militarmente en cualquier momento y lugar, o se decía -por ejemplo- que «el socialismo sólo puede imponerse por la violencia» o que «la democracia interna es un estorbo» entre otras perlas.
La redacción de Renovación estaba compuesta por los más adelantados jóvenes socialistas, algunos de los cuales -como Santiago Carrillo, o Serrano Poncela- tuvieron un papel destacado en la Guerra Civil y sobre sus nombres están unidos a los crímenes de presos en noviembre de 1936. Santiago Carrillo fue Consejero de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid, y Segundo Serrano Poncela era su Delegado de Orden Público en la citada Junta de Defensa de Madrid. Serrano Poncela era el que firmaba los documentos de excarcelación de los presos que después eran asesinados a continuación. Según la «historiografía de izquierda» esto respondía a la «justicia del pueblo» y que las «autoridades republicanas» se «sentían impotentes» ante tales crímenes. Claro, eran las propias «autoridades republicanas» las que alentaban aquéllos. En este oficio firmado por el socialista aparece una serie de nombres excarcelados de la Prisión de Porlier de Madrid en noviembre de 1936. Hay que destacar la del abogado y notario Alejandro Arizcun y Moreno y sus hijos Ramón, Francisco, Luis y Carlos Arizcun y Quereda, pues unos años después se publicó la esquela que informaba de su asesinato. ¿Qué más pruebas quieren?



Éste es el texto trascrito del «Decálogo del joven socialista» que se puede comprobar con la imagen del periódico. Esta redacción, y Santiago Carrillo como Director de ese rotativo es el responsable de radicalizar a la juventud y moverla al crimen tal como se deduce de las palabras. Nadie piense que en esa época el socialismo era democrático si lo que pregonaba era la violencia. He aquí una prueba:
«1. Los jóvenes socialistas deben acostumbrarse a las movilizaciones rápidas, formando militarmente de tres en fondo.
«2. Cada nueve (tres filas de tres) formarán la década, añadiéndole un jefe, que marchará al lado izquierdo.
«3. Hay que saludar con el brazo en alto -vertical- y el puño cerrado, que es un signo de hombría y virilidad.
«4. Es necesario manifestarse en todas partes, aprovechando todos los momentos, no despreciando ninguna ocasión. Manifestarse militarmente para que todas nuestras actuaciones lleven por delante una atmósfera de miedo o de respeto.
«5. Cada joven socialista, en el momento de la acción, debe considerarse el ombligo del mundo y obrar como si de él y solamente él depende la victoria.
«6. Solamente debe ayudar a su compañero cuando éste ya no se baste a ayudarse por sí solo.
«7. Ha de acostumbrarse a pensar que en los momentos revolucionarios la democracia interna en la organización en un estorbo. El jefe superior debe ser ciegamente obedecido, como asimismo el jefe de cada grupo.
«8. La única idea que hoy debe tener grabada el joven socialista en su cerebro en que el socialismo sólo puede imponerse por la violencia, y que aquel compañero que propugne lo contrario, que tenga todavía sueños democráticos, sea alto, sea bajo, no puede ser un traidor, consciente o inconscientemente.
«9. Cada día, un esfuerzo nuevo, en la creencia de que al día siguiente puede sonar la hora de la revolución.
«10. Y sobre todo esto: armase. Como sea, donde sea y “por los procedimientos que sean”. Armase. Consigna: Ármate tú, al concluir arma si puedes al vecino, mientras haces todo lo posible por desarmar a un enemigo».

miércoles, marzo 10, 2010

Nunca reconoceremos que somos drogadictos

Una reacción típica de los padres que descubren que su hijo está enganchado a la droga es culpar al camello que se la trapichea. Es una manera fácil de exculpar a “su niño”, que en el cole ya suspendía por culpa del profesor. Y claro, será difícil que el chico empiece a salir del pozo si él mismo y su familia no asumen su responsabilidad en el asunto, que es toda, y se olvidan del odioso camello.
En la película de la crisis, la sociedad parece que se suele quedar a gusto asignando a los bancos el papel de camello. La droga que vendían era la deuda, claro. El diálogo nos lo sabemos de sobra. Algo así: “Te doy por ese apartamento el 120% de la tasación. Total, va a subir enseguida. Y así te puedes comprar un todoterreno con lo que te sobre o ponerte morado a horteradas en el centro comercial…”
No dudo que los bancos hayan hecho méritos de sobra para ganar el Oscar en ese papel, pero, normalmente, se hace hincapié en ellos para omitir al otro protagonista de la historia: enfrente del bancario había una familia o empresa que decía eufórica “sí, quiero esa droga”, sin que nadie (que yo sepa) les obligara a ello. Ahora el sector privado, esas familias y empresas, en una típica reacción yonki, despotrican de su camello cuando decide jubilarse porque está más enganchado que nadie. Les queda entonces la pataleta al Estado, dirigido por políticos irresponsables que actúan de falsos padres, que en vez de abroncar a su hijo le exculpan y le subvencionan la metadona, para ir tirando. Y a su vez también presionan a los grandes narcos, pidiendo tipos de interés más bajos y droga cada vez más adulterada, dinamita para los polluelos.
Ese crédito tonto que hemos disfrutado era insano. Y aunque nos cueste verlo desde este punto de vista, afortunadamente se acabó: ni fluye ni va a fluir durante una temporada larga. Toca desintoxicarse porque no queda droga y la metadona no sirve para curarse. Habrá que pasar por Proyecto Hombre, volver a trabajar (nunca se parte de cero) y a largo plazo volveremos fuertes como un toro. Ya, ya sé que a muchos el largo plazo parece importarles poco o nada, sobre todo a esos falsos keynesianos cuyo objetivo es seguir llevándoselo crudo en el corto plazo y que no saben ni quién es Keynes. Creo que es hora de reivindicar largo plazo. Pero en otro artículo.
Un buen asesor financiero debería ayudar a sus clientes a plantearse las preguntas necesarias, evaluando si es razonable su nivel de endeudamiento y haciéndose pruebas de stress personal (subidas de tipos, caída de ingresos familiares, caída de su valor patrimonial, etc), y teniendo listo un plan de reducción de gastos y deudas. Uy, qué mal suena eso. Busquemos un nombre para darle algo de marketing. Mejor aún, más chulo, un nombre con acrónimo, como hace el Gobierno con la política económica. A ver qué os parece este: “PDP: Proyecto de Desapalancamiento Personal.”. ¿Suena así más atractivo? Se llame como se quiera, es conveniente el ejercicio. En muchos casos un buen PDP puede salvar el bienestar de muchas familias.
En Estados Unidos, donde el disparate del consumismo hortera llegó hasta el extremo de presentar tasas de ahorro negativas (en 2005), el péndulo está ahora en la otra punta. Hay gran demanda de soluciones de finanzas personales: contenidos y herramientas cuyo fin primero (o último) es alcanzar el nuevo sueño americano: “to become debt free and stay debt free forever”. La existencia de portales como Mint, Money Strands o Bundle, es un reflejo de esta tendencia. Y a pesar de las razonables dudas sobre su utilidad real, las propias webs de las entidades también se han adaptado para tratar de capitalizar la nueva preferencia por el ahorro del americanito medio.
Desde el punto de vista de la empresa, las que sobrevivan al crack de la deuda, también deben dejar ya de lamentarse por el fin del crédito tonto, porque esto es lo que hay. Les sobran los motivos incluso para gritar tres hurras: el fin de la inundación de dinero barato hará que se elijan los proyectos con mayor criterio, ganando los más rentables o de mayor valor social. Los empresarios deben estar agradecidos de no abordar más proyectos absurdos, imposibles de rentabilizar, que se llevaban a cabo sólo por la distorsión que ha supuesto para la economía real la permanencia de unos tipos tan intervenidamente bajos durante tantos años. El exceso de dinero desvaloriza el talento; en cambio, ante la falta de liquidez, hace que sea necesario. Y hablo de talento, no de genialidad. Creo que el talento es más común de lo que se piensa. El talento al que me refiero es, en buena medida, una cuestión de insistencia: Umbral.

domingo, enero 17, 2010

Haiti

 

Lo único que soy capaz de escribir lo he copiado de alguien a quien se le ocurrió antes. Con el escepticismo en el cuerpo, hace mucho que dejé de creer en conferencias de donantes y demás zarandajas que sirven para una foto y si te he visto no me acuerdo. Haití no es el nombre de un banco ni un paraíso fiscal, por lo que ya pueden darse por jodidos en cuanto las cadenas televisivas dejen de enfocar y por aquí comencemos a discutir sobre si es necesario mostrar la pila de muertos en una plaza o cómo una excavadora los apila. Cinco días quedan para que iniciemos ese debate y olvidemos a las víctimas.

Llámenme derrotista si quieren, pero hagan memoria de cuando fue la última vez que oyó hablar de Haití antes del martes. Ha tenido que ser un terremoto el que nos descubriera que, como Teruel, Haití también existe. A Haití le ha rematado un sismo, pero la pobreza le tenía en la antesala del infierno de Dante.

La maldición blanca





Los esclavos negros de Haití propinaron tremenda paliza al ejército de Napoleón Bonaparte; y en 1804 la bandera de los libres se alzó sobre las ruinas.
Pero Haití fue, desde el pique, un país arrasado. En los altares de las plantaciones francesas de azúcar se habían inmolado tierras y brazos, y las calamidades de la guerra habían exterminado a la tercera parte de la población.
El nacimiento de la independencia y la muerte de la esclavitud, hazañas negras, fueron humillaciones imperdonables para los blancos dueños del mundo.
Dieciocho generales de Napoleón habían sido enterrados en la isla rebelde. La nueva nación, parida en sangre, nació condenada al bloqueo y a la soledad: nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.
Por haber sido infiel al amo colonial, Haití fue obligada a pagar a Francia una indemnización gigantesca. Esa expiación del pecado de la dignidad, que estuvo pagando durante cerca de un siglo y medio, fue el precio que Francia le impuso para su reconocimiento diplomático.
Nadie más la reconoció. Tampoco la Gran Colombia de Simón Bolívar, aunque él le debía todo. Barcos, armas y soldados le había dado Haití, con la sola condición de que liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Después, cuando Bolívar triunfó en su guerra de independencia, se negó a invitar a Haití al congreso de las nuevas naciones americanas.
Haití siguió siendo la leprosa de las Américas.
Thomas Jefferson había advertido, desde el principio, que había que confinar la peste en esa isla, porque de allí provenía el mal ejemplo.

La peste, el mal ejemplo: desobediencia, caos, violencia. En Carolina del Sur, la ley permitía encarcelar a cualquier marinero negro, mientras su barco estuviera en puerto, por el riesgo de que pudiera contagiar la fiebre antiesclavista que amenazaba a todas las Américas. En Brasil, esa fiebre se llamaba haitianismo.

(Parcialmente tomado a partir de un texto de Galeano, en su libro “Espejos”)


Los pecados de Haití

La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.

El voto y el veto

Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera. Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole: -Recite la lección. Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.

La coartada demográfica

A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema: -Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede. Y se rió. Los diputados callaron. Esa noche, uno de ellos, Winfried Wolf, consultó las cifras. Y comprobó que Haití es, con El Salvador, el país más superpoblado de las Américas, pero está tan superpoblado como Alemania: tiene casi la misma cantidad de habitantes por quilómetro cuadrado. En sus días en Haití, el diputado Wolf no sólo fue golpeado por la miseria: también fue deslumbrado por la capacidad de belleza de los pintores populares. Y llegó a la conclusión de que Haití está superpoblado… de artistas. En realidad, la coartada demográfica es más o menos reciente. Hasta hace algunos años, las potencias occidentales hablaban más claro.

La tradición racista

Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene “una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización”. Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: “Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses”. Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: “El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro”. En cambio, Dios había puesto un látigo en la mano del mayoral. Los esclavos no se distinguían por su voluntad de trabajo. Los negros eran esclavos por naturaleza y vagos también por naturaleza, y la naturaleza, cómplice del orden social, era obra de Dios: el esclavo debía servir al amo y el amo debía castigar al esclavo, que no mostraba el menor entusiasmo a la hora de cumplir con el designio divino. Karl von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: “Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas”. Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro “puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras”.

La humillación imperdonable

En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores. La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.

El delito de la dignidad

Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra. Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. Para entonces, Haití ya estaba en manos de carniceras dictaduras militares, que destinaban los famélicos recursos del país al pago de la deuda francesa: Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad. La historia del acoso contra Haití, que en nuestros días tiene dimensiones de tragedia, es también una historia del racismo en la civilización occidental.

lunes, enero 11, 2010

BASURA VARIOPINTA



BASURA 1


Pichurri y Pacorro, o como cojones se diga, lo que sí se escribe clarito y se entiende bien es que son unos cños de madre, y es que como mi admirado Alfonso Ussia decia, cada vez que hablo de estos me rima con hijoputa.


BASURA 2


"...Como la mayoría de los fármacos, la RU-486, también tiene contraindicaciones, que en este caso son amplias, lo que hace que su utilización tenga que ser necesariamente supervisada por un médico..."

"...Los efectos colaterales son similares a los de un aborto espontáneo: sangrado, en ocasiones abundante, que dura de 6 a 16 días, cólicos, dolor de cabeza, náuseas,mareos, fatiga y a veces diarrea..."

"...Los efectos secundarios de la RU-486 se pueden manifestar sobre todo en hemorragias vaginales, que en un 5% de los casos pueden requerir una transfusión de sangre. La importancia de los efectos colaterales ha obligado a que esta píldora se pueda administrar únicamente en el ámbito hospitalario..."

Y SIN ENTERARSE LOS PADRES, QUE LOCURA!!!!!

copiado y pegado de varias páginas de internet


BASURA 3


¿Queda algo por decirle a esto? yo ya agoté los calificativos (y descalificativos). Es con diferencia un error enorme. Me parece increíble que pretenda llevar a cabo políticas eugenésicas (abortos múltiples, eutanasias...) cuando los grandes maestros de esta "ciencia" se lo hubiesen cargado por tarado. Ah bueno, un pequeño detalle sin importancia que califica al personaje, el pasado fin de semana en vistalegre, con el puño en alto y un cinturón de Hermés de 500 euros... típico sociata, 
Su padre sabía que era tonto, salió presidente y ahora lo sabe toda España, le toca ser presidente de Europa y ahora lo sabrá toda Europa..


BASURA 4


  1. El cine español apenas se ve en Europa y tan sólo un 1,4% de espectadores de la Unión Europea vio el año pasado películas españolas, frente al 12,6% que vio cine francés
  2. España es el país europeo que ha registrado una mayor pérdida de espectadores.
  3. TOP 20, ranking en el que no aparece ninguna cinta española en los primeros 20 puestos, ni en la clasificación general, ni en la centrada en las producciones de la UE.
  4. El pasado año 2008 se ha convertido en el peor para el cine español con una caída de los espectadores 7,8% (9,1 millones de espectadores menos).
  5. Tan solo un 2,1% de los espectadores de cine eligieron una película española.
fuente: el confidencial y cope.


BASURA 5
Ya lo habían avisado los independentistas, que boicotearían el himno, pues dicho y hecho, y como aquí nadie tiene huevos optaron por lo más sencillo y cobarde, cortar la conexión justo cuando empezaba a sonar. Pero lo más rastrero vendría 3 cuartos de hora más tarde, poniéndolo en el descanso previo maquillaje, rebajando el nivel de la pitada y subiendo el de la música (lo puedes ver perfectamente en Marca).
¿Que habria sido lo correcto y digno?, empieza el himno, suenan los pitos y TODOS A SU PUTA CASA, se suspende el partido y se acabó, el Bilbao que juegue la Copa de Euskalerria con el Eibar y el Barsa la Copa Paisa Catalán con el Granollers (si, es lamentable pero es un patético juego de palabras por la cantidad de moros que tiene por allí).

Y bueno amiguitos, otro día volveremos con una nueva entrega de "cómo hacer amigos en tiempos de crisis"